domingo, 27 de noviembre de 2011

"ObSerVadoS" en Fundación Canal





Hoy he estado en la exposición "Observados. Voyeurismo & Vigilancia a través de la cámara desde 1870" en la Fundación Canal en la calle Mateo Inurria, 2. El título de la exposición me llamó como la miel a las moscas, acordándome de aquella mítica exposición que fue "Ocultos" hace unos cuatro años en esta misma sede. Seamos francos: no soy una gran fan de la "street photography" como se llama a la fotografía de reportaje de hoy. Me quita más el aliento una fotografía por el concepto que hay en la mente del fotógrafo, que por el momento en que tuvo a bien apretar el disparador. Desde siempre, conecto más con este tipo de imágenes. Sin embargo, tengo que reconocer que el título estimula un cierto morbo, que hace que nos apetezca.

En esta muestra encontramos fotos que datan de finales del siglo XIX hasta antes de ayer, como quien dice, siempre en la línea de la mirada indiscreta que representa la mirada del fotógrafo detrás de la cámara. La muestra se compone de cinco bloques temáticos: el fotógrafo inadvertido, vigilancia, voyeurismo & deseo, testigos de la violencia y celebridades & vida pública. Para mi gusto, a muchas de estas imágenes les falta una noticia, un informe o un cotilleo al lado. Estas imágenes ilustran historias, que nos gustaría que fuesen contadas a la hora de ver las imágenes. Echo en falta esa noticia, o ese informe al que acompañaron cuando vieron la luz por primera vez. Sin ellos, uno se queda un poco vacío al ver las imágenes.

Más allá del contenido de la exposición, lo que me ha hecho reflexionar al verla ha sido precisamente mi falta de reacción al salir por la puerta de la Fundación Canal. Uno no ha visto nada nuevo. Imágenes de personas anónimas captadas en la calle, imágenes de personajes famosos pillados en momentos comprometidos, imágenes de violencia y muerte, imágenes sensules e íntimas. Y uno sale como ha entrado, porque es algo que estamos hartos de ver. En la época en la que uno mismo dedica su tiempo a airear su propia intimidad a todas horas mediante imágenes, vídeos y opiniones en directo en las redes sociales, creo que hemos aceptado que vivimos en una sociedad en la que hemos renunciado a la privacidad. Hemos asumido la vigilancia, y disfrutamos viendo la intimidad de los demás. El que más y el que menos, todos dedicamos algún tiempo al día a entrometernos en intimidades ajenas, que, por otro lado, han sido puestas a nuestro alcance.

Y esta sensación es la que ahora me incomoda, me preocupa, y paradójicamente no puedo dejar de poner en conocimiento de todo el mundo en este post: estamos hartos de observar y ser observados. Nos hemos convertido en investigadores e investigados que ponen gustosos su intimidad al alcance de la mano (y del ojo) de los demás. Todos somos paparazzi con una cámara en el bolsillo. La exposición Observados, la podríamos completar todos con imágenes nuestras. Lo que me ha conmovido de esta exposición es lo que no dice: hemos renunciado a nuestra intimidad.

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