martes, 12 de enero de 2016

...Sabía que VoLVerías...

Cuando leo la última fecha en la que publiqué algo en mi querido blog el "28 de octubre de 2013" me entran escalofríos de pensar que hace ya más de dos años. ¿Dónde se ha ido todo ese tiempo?

Hace no mucho, uno de los últimos días del año 2015, quedé con una amiga muy querida, que me recordó que tenía este espacio tan especial para mí abandonado desde hacía mucho. "De vez en cuando me meto a ver si hay suerte y has escrito algo... Pero nada". Y yo le dije: "Tengo que volver a escribir. Lo tengo que retomar". Y aquí estoy. Desde el día 1 de enero estrenando propósitos de año nuevo, y por fin hoy he quitado las telarañas de esa parte de mi cerebro que por algún motivo se resistía a asumir el vértigo de comprobar que, efectivamente, mi amado blog sigue aquí esperando que actualice una entrada y le dedique tiempo de nuevo. 

Foto tomada en Sevilla estas Navidades. Momento inspiración.

Es difícil entender por qué a veces dejamos de hacer actividades que nos llenan de satisfacción. ¿Por qué deja uno de hacer deporte cuando se siente de maravilla después? ¿Por qué se deja de quedar con amigos que son queridos y nos llenan el corazón de buenos momentos? ¿Por qué a veces pasan meses sin que le dediquemos tiempo a nuestros hobbies, a esas actividades que hacen que la vida tenga mucho más sentido porque nos hacen sentir que estamos haciendo lo que hemos venido a hacer al mundo? No lo sé. No tengo ni idea. Aunque sé que nos pasa en mayor o menor medida a todos. Para mí una de esas actividades que me da muchos buenos momentos ha sido escribir en este blog. Y me ha dado una mezcla de nerviosismo, miedo, pereza y vergüenza volver a entrar en él después de tanto tiempo. Porque me he tenido que enfrentar cara a cara a esa pregunta, y no he sabido responderla. ¿Por qué tanto tiempo sin pasar por aquí?

Simplemente supongo que me acomodé o dejé de pensar que lo que contaba aquí era importante. Quizá dejó de tener sentido. Quizá un día por otro, la casa sin barrer. Cuando uno deja de hacer algo y van pasando los días, parece que ese miedo o esa pereza o esa vergüenza a retomar la actividad se van acumulando... Como cuando llevas mucho tiempo sin ir al gimnasio y sientes que la gente te mira con cara reprobatoria, o que la tarjeta de socio va a ponerse a pitar y no vas a poder entrar porque han cambiado algo y el de recepción te va a decir: "¡Con que llevas tres semanas sin aparecer por aquí, ¿eh???". 

Mi hermano dice que funcionamos por ciclos. Dice que tenemos temporadas se ciclo alto, donde estamos mucho más cerca de ser todo lo buenos que podemos ser, y temporadas de ciclo bajo, donde nos retroalimentamos en nuestra miseria y todo lo que podía salir mal sale mal, la tostada se nos cae siempre por el lado de la mantequilla, si éramos pocos parió la abuela, montas un circo y te crecen los enanos, te pasa lo último que te faltaba, cae la gota que colma el vaso, te ponen la pierna encima para que no levantes cabeza, y todas esas cosas tremendas que temes que te pueden pasar, pues van y te pasan. Y entonces encadenas un día con otro de "pobre de mí" y tu vida te parece una edición ilustrada de la Ley de Murphy. Y puede que por el camino dejes de hacer cosas que te hacen sentir de maravilla porque dejes de sentirte motivado para hacerlas, porque dejas de sentir que merecen la pena, y creo que en el fondo lo que sientes es que tú mismo mereces menos la pena. Los malos pensamientos pueden llegar a hacernos mucho daño, y es difícil deshacernos de ellos. Entre tú y yo, normalmente el que te pone la pierna encima para que no levantes cabeza sueles ser tú mismo. Es cierto que no podemos evitar que nos pasen muchas de las cosas que nos pasan en la vida, pero sí podemos cambiar nuestra forma de reaccionar ante lo que nos pasa.

Y bueno, escribiendo esto se me ocurren unas cuantas cosas que me han pasado en estos dos años que han sido entre difíciles y muy difíciles, y que quizá no he sabido gestionar bien. Me he dejado llevar en ciclo malo de modo personal de supervivencia... Esas épocas que te preguntan "¿Qué tal?" y dices "Tirando". Pues eso. Así que en este año 2016 uno de mis propósitos más importantes es volver a escribir aquí. Porque creo que ya vale de ciclos malos y hay que retomar lo que me hace sentir bien. He aprendido hoy, escribiendo este post, que dedicar tiempo a lo que nos gusta hacer es dedicarnos tiempo a nosotros mismos y trabajar en nuestra autoestima. Así de importante es. ¡Cómo se nota que cuando uno se pone a escribir se ponen en orden los pensamientos! Con el simple hecho de escribir, todo cobra bastante más sentido. Así que éste es mi primer post en mucho tiempo, y ya, aun sin terminar de escribirlo me siento un poco más consolada, tranquila y en paz conmigo misma. He quitado el miedo a entrar aquí, sin saber lo que iba a escribir, y he encontrado un remanso de paz. Gracias agujetasmentales.blogspot.com por ser paciente conmigo y esperarme. Sabía que volverías a ser una parte importante de mi vida.

No hay comentarios: