miércoles, 25 de septiembre de 2019

Mezclando colores

Siempre me ha parecido mágico mezclar los colores primarios y obtener los secundarios. Para los niños mezclar colores y mancharse las manos es una de las mejores formas de pasar su tiempo. Disfrutan, juegan, experimentan... ¡Y se pringan enteros! Pero con unas ciertas medidas de “seguridad”, podemos pintar sin dejar apenas huella. Yo siempre guardo retales de cajas de cartón para proteger la mesa. Si es algo muy pringoso, puedes también proteger el suelo. Si el sofá está cerca, ponle un empapador encima (los venden en Mercadona). Al peque en verano yo le pongo a pintar directamente en pañal si estamos en casa y hace calor. Si no es verano, le pongo un baby antiguo del cole o una camiseta vieja que me dé igual que se manche, y... ¡Al lío!

Para experimentar con los colores primarios necesitas:
- Colorante alimenticio rojo, azul y amarillo.
- Tres vasos transparentes llenos de agua hasta la mitad.
- Una cucharilla para remover
¡Ojo que los colorantes tiñen mucho! Lo bueno es que al ser alimenticios, si se lleva algo a la boca no pasa nada.
La actividad consiste primero, en que eche unas gotas de cada primario en cada uno de los vasos. Después, ir añadiendo un poco de otro primario a cada uno de los vasos para obtener los secundarios. Que no se pase echando gotas, o el color será tan denso que parecerá negro. Eso sí, al trasluz siempre se ven. 
¡A mancharse las manos!


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