domingo, 3 de febrero de 2008

*Mariella*


A veces me gustaría ser como Mariella. Ella cogió una barra de pegamento y pegó sus labios juntos, para no tener que hablar nunca más. La gente solía decir que era callada como un ratón, sin decir nunca ni pío.

Ella se plantó en frente de su armario y se deshizo del color. Pensaba que las mujeres de negro son misteriosas, pero no convenció a su madre, quien quería vestir a su niña con estampados y flores. Mariella se cruzó de brazos y lloró durante horas.

-"Mariella, Mariella, mi pequeña niña. Despega tus labios, ponte algo rosa y unas perlas. Puedes traer a tus amigas y tomar un té. ¿Por qué no intentas encajar? ¡por favor, haz esto por mí!"

Pero Mariella se cruzó de brazos y subió las escaleras. Entró en su cuarto y se sentó en la cama mirándose en el espejo y pensó para ella: "Si quiero jugar, jugaré conmigo, si quiero pensar, pensaré dentro de mi cabeza".
En el colegio, Mariella no tenía muchos amigos. Todas las niñas la miraban como si fuese rara. Los niños, por otro lado, no se fijan demasiado en las niñas a esa edad, y los profes pensaban que Mariella simplemente estaba pasando por una fase. Pero Mariella simplemente sonreía y se escapaba del camino, porque conocía todos los secretos de su mundo. Ella siempre conseguía resolver los crucigramas, y podía recitar el alfabeto al revés, sin cometer ningún error. Mariella, linda y pequeña niña, feliz en su propio mundo.

Ella dijo... "Yo nunca, nunca, nunca, nunca voy a despegar mis labios. Se quedan juntos"*
Sip... a veces, yo también quisiera ser como Mariella.

* Letra de la canción de Kate Nash Mariella

 

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