jueves, 6 de septiembre de 2012

Aki, Maki

 Allá por mayo, unos investigadores de la Universidad de Oxford y la City University de Londres, en Reino Unido, aseguraron que los impuestos alimenticios que benefician a los productos más saludables, como frutas y verduras, y penalizan a la comida rica en grasas y a las bebidas azucaradas son eficaces para mejorar la salud de la población mundial. Según estos estudiodos, subiendo las tasas alimentarias un 20% en la comida basura y las bebidas azucaradas, se conseguiría reducir la población obesa en un 8 -10 %. (Podéis leerlo aquí).

Cuando oí esta noticia en los medios de comunicación, me pareció un tanto extrema. El problema de la alimentación tiene mucho que ver con la educación de la población, y sobre todo con el poco tiempo que invertimos en cocinar alimentos sanos, mucho más laboriosos de preparar que los precocinados. Los estados deberían de castigar más a los establecimientos que envenenan a la población, antes que a las personas que compran esos productos por falta de tiempo, presupuesto o formación. Les parece mal que comamos comida basura, pero no hay problema en anunciar diariamente cientos de productos precocinados llenos de grasas saturadas y azúcares en los medios de comunicación y compactar en las ciudades miles de establecimientos donde se venden este tipo de productos. 

¿Y los que seguimos llevando una alimentación saludable pese a todo? ¿No nos merecemos un premio, como pagar precios razonables por la fruta y la verdura?

El otro día me acordé de este tema, porque fui a cenar a un restaurante japonés que me habían recomendado. Es un lugar que defiende un concepto de comida rápida, barata, y sobre todo sana. Porque, al fin y al cabo, estas cosas no son incompatibles. 



El restaurante del que os hablo de llama MAKI. Apuntaos el nombre, porque estoy segura de que va a dar mucho que hablar. El primer maki se inauguró en Las Tablas en marzo de 2011. Le siguió Méndez Álvaro y Malasaña. Sus fundadores, Jose y Alex, quieren compartir nosotros su gran pasión por comer y divertirse comiendo. Maki es un lugar para todos los públicos; los amantes del japo y los que se inician en esta aventura culinaria, que descubrirán que la cocina japonesa es mucho más que solo sushi. La alimentación de este establecimiento se apoya mucho en el pescado, las algas y el arroz, aunque también tienen otros platos como brochetas (de pollo, solomillo, langostinos o salmón), fideos, tempura, ensaladas, teriyaki, teppanyaki y katsu. El procedimiento es muy parecido al de un restaurante de comida rápida, y el timing también (son muy rápidos, en serio). Llegas, pides, pagas, te dan tu bebida, te sientas, y en un santiamén te traen tu comida a la mesa. Así de fácil. Lo bueno, es que en vez de una hamburguesa grasienta, este fast food es good for you.

Menú de Maki
Menú de Maki
 Me gusta mucho que tengan una serie de kombos y platos combinados donde escoger, para ponernos más fáciles las cosas a la hora de hacer una buena selección de comida. Como veis, el summer box era muy completo, y a un precio muy razonable. Verduras, pescado, un poco de arroz y pasta. Una comida saludable, divertida, riquísima y barata.


Menú de Maki
Te sirven un lunch box con tus palillos, y comes requetebien. Os lo recomiendo. Además, el ambiente de los restaurantes es muy fresco y está todo limpísimo. La imagen gráfica de la marca es muy juvenil y liviana, con un toque de naif. Es un sitio divertido, donde dan ganas de repetir. 


Y digo yo... ¿No podrían los estados favorecer y dar facilidades a empresarios como Jose y Alex, para que las ciudades se llenen de conceptos saludables, económicos y divertidos como éste? Desde luego los ciudadanos lo ganaríamos en salud y en buen humor, sin que se resintiese nuestro bolsillo. Enhorabuena por esta iniciativa estupenda.

¡Ah! Y para los que no estéis muy puestos en comida japo, han añadido un glosario en la página web de maki. Aquí os lo enlazo.



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